En esta
aula, ¿tiene cada niño las
mismas oportunidades?
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Hoy
en día en España tanto el gobierno nacional como los de las
comunidades autónomas se enfrentan la situación de cómo poner en práctica las
iniciativas y los objetivos del Marco Común Europea de Referencia para las
Lenguas (MCERL) y ajustar así el proceso de enseñanza-aprendizaje
a estándares internacionales. Sin embargo, a pesar del reto que confronta el
país en cuanto a los objetivos europeos del 2020 que establecen esta enseñanza
como una prioridad (Parlamento Europeo, 2017), en España
el debate político siempre se ha centrado no en las lenguas extranjeras sino en
el estado de las lenguas cooficiales, provocando así un déficit de conocimiento
en comparación con sus vecinos por causa de una falta de políticas activas (Muñoz
Zayas, 2013). Pero el contexto del entorno lingüístico del alumnado y el
profesorado no es el único problema que se enfrenta la enseñanza,
y también hay que considerar el entorno social. La población de hoy vive en una
sociedad que pide cada vez más conocimiento práctica del los idiomas para
trabajar, pero a la misma vez experimenta una situación donde sufre una
desigualdad social grave que significa que este conocimiento sólo está
disponible para un grupos.
En
mi opinión es éste el problema más grave para la enseñanza
de idiomas en España por las desventajas injustas que enfrentan algunos
alumnos dentro del sistema educativo. Según un informe de Oxfam Intermón,
aunque el PIB del país ha crecido desde el año
2014, muy poca gente ve los beneficios de este cambio y España
continua siendo el segundo país de la Unión Europea (EU) donde más ha aumentado
la desigualdad, con los salarios más bajos cayendo un 28% entre 2008 y 2014 y
en 2015 un 28,6% de los españoles encontrándose en riesgo de
pobreza y exclusión (2017). Desde mi punto de vista los otros problemas de la
educación siempre se quedarán en segunda plaza mientras exista una desigualdad
social que afectará a los alumnos durante toda su vida escolar, dejando
irrelevantes debates sobre el uso de las lenguas cooficiales, nuevas
tecnologías o pruebas externas si algunos niños
ya se quedan un paso atrás antes incluso de entrar la puerta.
La
desigualdad social es la raíz de muchos problemas dentro del aula, todos los
cuales tendrán un impacto en la docencia. Los niños
que sufren pobreza no tendrán acceso ni a los mismos recursos materiales en
casa, afectando a su aprendizaje su no pueden estudiar o completar los deberes
al faltar papelería o internet, ni a los mismos recursos espaciales, con niños
a veces intentando hacer trabajos sin luz, con frío o sin un lugar tranquilo.
Además, estos alumnos no tendrán las mismas oportunidades educativas tampoco,
incluyendo tanto las actividades con un objetivo educativo directo, por ejemplo
asistir una academia o un curso de verano, como las actividades más indirectas
pero que contribuyen aún a su conocimiento del mundo, como viajar. Si esto no
fuera suficiente ya, hasta dentro del aula los alumnos experimentan desventajas
al llegar sin estar preparados para estudiar, a menudo con hambre sin haber
desayunado, cansados de haber pasado la tarde cuidando de sus hermanos o
incapaces de concentrarse por sus preocupaciones sobre los problemas en casa.
La
mayoría de las soluciones posibles a la desigualdad social sólo se puede
cumplir a nivel nacional, incluyendo subir el sueldo mínimo y regular las
diferencias salariales dentro de cada lugar de trabajo, enfocándose también en
la brecha salarial de género, recuperar el impuesto sobre sucesiones y aprobar
una ley sobre evasión fiscal, invirtiendo el dinero en la educación y las ayudas
sociales. Sin embargo, hay cambios también que pueden hacer los docentes dentro
del aula de lenguas extranjeras para intentar minimizar las dificultades que
sus alumnos enfrentan. En cuanto al trabajo que mandan para casa, pueden hacer
que requiera lo mínimo posible de materias y que no implique nuevas tecnologías
a las que no es probable que tendrán todos acceso. El profesor también tiene
que hacer para todo el alumnado una conexión con el idioma en el mundo fuera
del aula, motivándolo al encontrar la relevancia de la asignatura a su vida
diaria. Esto se puede conseguir con pocos recursos al intercambiar cartas o
videos hechos en clase con un instituto en otro país o al realizar un proyecto con
los turistas o inmigrantes de su propia ciudad, creando vías de acceso a la
lengua extranjera sin desplazarse. Sin embargo, casi lo más importante es
proveer a los alumnos con modelos a seguir. Si vienen de un contexto si les
dice que nunca podrán conseguir nada, nunca tendrán éxito escolar sin aumentar
su autoestima y confianza al aprender que esto no es la verdad. Al ver ejemplos
de éxito de su mismo entorno, a través de alumnos mayores o visitantes de fuera
del instituto, creerán que pueden conseguir lo mismo, el primer paso en
conseguirlo.
En
conclusión, el tema de la enseñanza de lenguas extranjeras en un
contexto nacional es siempre complicado al ser afectado por tantos aspectos del
entorno fuera del aula, desde lo social y lo político hasta lo económico y lo
tecnológico. Sin embargo, el factor que
une todo es la desigualdad, penetrando todas las partes de las vidas del
alumnado y creando un ambiente que les dice que van a fracasar. Es esta
mentalidad contra la que deben trabajar los profesores en el aula, para crear
un lugar donde una falta de recursos no tiene que significar una falta de
oportunidades.
Referencias Bibliográficas
Muñoz
Zayas, Rafael (2013). El Aprendizaje de Lenguas Extranjeras en España.
eXtoikos, 9, 63-68.
Oxfam
Intermón (2017). Una Economía para el
99%: España, un crecimiento económico
que deja fuera a las personas vulnerables.
Recuperado de https://www.oxfamintermon.org/es/que-hacemos/proyectos/desigualdad/economia-para-las-personas.
Parlamento
Europeo (2017). Language Policy.
Recuperado de http://www.europarl.europa.eu/atyourservice/en/displayFtu.html?ftuId=FTU_5.13.6.html.
Me parece muy interesante tu entrada sobre los problemas para la enseñanza de idiomas en el contexto nacional. Estoy de acuerdo en que la desigualdad social es uno de los problemas más graves y hay que intentar solucionarlo cuanto antes.
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