La metodología audiolingüe tiene sus raíces en la Segunda Guerra Mundial cuando el ejército
estadounidense se encontró con la necesidad de enseñar muchos
idiomas distintos a los soldados en un periodo muy corto de tiempo. Disfrutó de
una popularidad en las aulas fuera de las fuerzas armadas en los años 60, antes de ser usurpada por el método comunicativo por la crítica
de su enfoque muy estructural. Este enfoque estructural es meollo del audiolingüismo, una teoría que se basa en los sistemas fonémicos, morfológicos y
sintácticos del estructuralismo lingüístico, en vez de en la gramática latina
tradicional. Para que los alumnos aprendan estos conceptos, explota también las
teorías conductivistas de pensadores como Pavlov y Skinner, el primero de los
cuales afirma que el aprendizaje requiere la asociación y la repetición de
estímulos mientras el segundo sostiene la necesidad de condicionar respuestas
con reforzadores.
En práctica en el aula, el método audiolingüe emplea una serie de estímulos y respuestas, seguida por un
reforzador. Por ejemplo, el profesor podría ofrecer el modelo ‘the dog is
black’ y el estímulo ‘brown’, pidiendo que los alumnos sustituyan la palabra
adecuada para llegar a la respuesta ‘the dog is brown’, una respuesta que el
profesor recibiría con un reforzador positivo, normalmente oral. La gramática se aprende de una manera
inductiva y sólo se usa la lengua extranjera en el aula, empleando actividades
que incluyen el ‘drilling’, leyendo diálogos en voz alta y repitiendo frases
modelo mientras se enfoca todo el tiempo en la actuación, siendo el único
resultado medible.
Para ejemplificar esta metodología, usaré una
tarea que forma parte una unidad didáctica de seis sesiones en el aula, en las
cuales los alumnos de un grupo de 4˚ESO entrevistan a los peregrinos
que pasan por su ciudad y, a base de los datos obtenidos, crean un sitio web
con información turística en inglés. Esta tarea se sitúa en la segunda sesión
de la unidad, entre la escritura de una encuesta y la realización de las
entrevistas, con el objetivo didáctico de preparar un modelo de un diálogo para
demostrar el uso de expresiones fijas, enunciados fraseológicos y frases
interrogativas y para después interactuar con más facilidad con gente no
hispanohablante. La tarea también se relaciona con los objetivos generales de
comprender y expresarse en una o más lenguas extranjeras de manera apropiada y de
conocer, valorar y respetar los aspectos básicos de la cultura y de la historia
propia y de las otras personas, así como el patrimonio artístico y cultural.
Antes de realizar la tarea en el aula, el
profesor escribiría un modelo de un diálogo entre un alumno y un peregrino,
basado en las encuestas escritas por los alumnos y teniendo en cuenta el
contexto de una interacción internacional a la hora de incluir saludos,
despedidas y otros cumplidos. Al llegar al aula, el profesor proveería a cada
alumno con una copia del diálogo, antes de leer cada sección y animar la
repetición de la sección en voz alta por el alumnado. Después de haber repetido
esta actividad varias veces, de acuerdo con la metodología de ‘drilling’, el
profesor explicaría al alumnado que va a desempeñar el
papel del peregrino mientras los alumnos son ellos mismos. El profesor
presentaría así el estímulo de las frases dichas por el peregrino, incitando la
respuesta del alumnado de su propia respuesta en el diálogo. Por fin, para
comprobar la capacidad del alumnado de adaptar las mismas estructuras durante
una conversación más natural con alguien no hispanohablante, el profesor
ofrecería una pregunta a la vez del diálogo como modelo, además del estímulo de
una palabra para sustituir. Por ejemplo, la pregunta ‘What are you interested
in eating?’ podría ser ofrecida con el estímulo ‘visit’, provocando la
respuesta ‘What are you interested in visiting?’. Después de cada ejercicio de
la sesión completado con éxito, el profesor daría reforzamiento positivo al
alumnado a través de frases motivadores en inglés, como ‘well done’ o ‘good
work’.
En cuanto al currículum, esta actividad trata
los siguientes bloques de contenidos:
- B5.5 - Iniciación y mantenimiento de relaciones personales y sociales. Petición de información, opiniones y puntos de vista. Establecimiento y mantenimiento de la comunicación y organización del discurso.
- B5.6 – Reconocimiento y uso de expresiones fijas, enunciados fraseológicos (saludos, despedidas, preguntas por preferencias) y léxico sobre temas relacionados con contenidos de otras áreas del currículo.
- B5.7 – Reconocimiento y uso de rutinas o modelos de interacción básicos, según el tipo de situación de comunicación.
- B5.8 – Estructuras sintáctico-discursivas propias de cada idioma: interrogación.
Además,
la actividad aborda las competencias clave de la competencia lingüística, la competencia de conciencia y expresiones culturales y la
competencia social y cívica.
La
evaluación de la actividad sería formativa, utilizando la técnica de
observación en el aula y el instrumento de una lista de control, y se enfocaría
en los siguientes criterios de evaluación:
- B2.1 – Conocer y saber aplicar las estrategias más adecuadas para producir textos orales monológicos o dialógicos breves o de longitud media, y de estructura simple y clara, explotando los recursos de los que se disponen y limitando la expresión a éstos; recorriendo, entre otros, a procedimientos como la definición simple de elementos para los que no se tienen las palabras precisas, o comenzando de nuevo con una nueva estrategia cuando falla la comunicación.
- B2.2 – Pronunciar y entonar los enunciados de manera clara y comprensible, todavía que las personas interlocutoras pueden necesitar repeticiones si se trata de palabras y estructuras poco frecuentes, en cuya articulación pueden cometerse errores que no interrumpen la comunicación.
- B2.3 – Producir textos breves o de longitud media, tanto en conversa cara a cara como por teléfono o otros medios tecnológicos, en un registro formal, neutro o informal, en los que se intercambia información, ideas y opiniones, se justifican de manera simple pero suficiente los motivos de acciones y planes, y se formulan hipótesis, todavía que a veces haya vacilaciones para buscar expresiones y pausas para reformular y organizar el discurso, y sea necesario repetir lo dicho para ayudar a la persona interlocutora a comprender algunas detalles.
- B2.4 – Mantener el ritmo del discurso con una fluidez suficiente para hacer comprensible el mensaje cuando las intervenciones son breves o de longitud media, todavía que pueden producir pausas, vacilaciones ocasionales o reformulaciones del que se quiere expresar en situaciones menos habituales o en intervenciones más largas.
- B2.5 – Interactuar de manera sencilla pero efectiva en intercambios claramente estructurados, utilizando estrategias de cooperación en la interacción y fórmulas o indicaciones habituales para tomar o ceder la vuelta de palabra, todavía que se puede necesitar la ayuda de la persona interlocutora.
- B5.4 – Valorar las lenguas como medio para comunicarse y relacionarse con compañeros y compañeras de otros países, como recurso de acceso a información y como instrumento de enriquecimiento personal, al conocer culturas y maneras de vivir diferentes.
Además de los estándares correspondientes:
- PLEB1.5 – Identifica las ideas principales y detalles relevantes de una conversación formal o informal de cierta duración entre dos o más interlocutores que tiene lugar en su presencia y en la que se tratan temas conocidos o de carácter general o cotidiano, cuando el discurso está articulado con claridad y en una variedad estándar del idioma.
- PLEB1.7 – Comprende, en una conversación formal, o entrevista en la que participa (por ejemplo, en centros de estudios o de trabajo), información relevante y detalles sobre asuntos prácticos relativos a actividades educativas o ocupacionales de carácter habitual y predecible, siempre que puede pedir que se le repita, o que se reformule, aclare o que elabore, algo de que lo que le dijo.
- ]PLEB2.1 – Utiliza recursos lingüísticos para entender y hacerse entendido, como la utilización de expresiones memorizadas o fijas (para pedir que le hablen más lentamente, que le repitan o que le aclaren) y el uso de ejemplos y definiciones, o de aspectos paralingüísticos como los acentos, la entonación etc.
- PLEB2.2 - En las actividades del aula, la mayoría de las veces interactúa o interviene en la lengua extranjera de manera clara y comprensible, y persevera en su uso con una actitud positiva, todavía que comete errores y tiene que pedir ayuda o aclaraciones, manifestando interés y respeto por las contribuciones de sus compañeros y de sus compañeras.
- PLEB5.4 – Reconoce los elementos culturales más relevantes de los países donde se habla la lengua extranjera, y establece relación entre aspectos de la cultura propia y de la cultura meta para cumplir, de ser el caso, o papel de intermediario lingüístico y cultural, abordando con eficacia la resolución de malentendidos interculturales, y valorando positivamente las competencias que posee como persona plurilingüe.
En conclusión, mi valoración de esta
actividad es que ofrece la ventaja de entrenar respuestas inmediatas, algo que
podría ayudar al alumnado a ganar confianza al producir frases ya hechas y
correctas antes de su primera interacción en inglés con una persona no
hispanohablante. Sin embargo, la desventaja es que al entrenar respuestas la
interacción pierde su espontaneidad y el alumnado tiene así menos posibilidad
de un intercambio cultural significativo. En mi opinión, la mejor manera de dar la clase
sería utilizar la metodología audiolingüe para
memorizar unas partes muy concretas de la conversación, por ejemplo el saludo y
la presentación, para superar los nervios al principio, pero a la vez dejar
espacio entremedias para el desarrollo libre de la conversación a partir de
unos estímulos breves de vocabulario y gramática.
Referencias
Bibliográficas
Bowen, Tim. Teaching
Approaches: what is audio lingualism? Recuperado de www.onestopenglish.com.
Rhalmi, Mohammed (2017). The
Audiolingual Method. Recuperado
de www.myenglishpages.com.
Trianes Torres, María Victoria y Francisco Manuel Morales Rodríguez (2012).
Modelos de aprendizaje conductal y social. En María Victoria Trianes Torres
(Ed.), Psicología del desarrollo y de la
educación (pp. 171-194). Madrid, España: Pirámide.
Hola, Emma!
ResponderEliminarMe parece muy interesante tu reflexión acerca del método audiolingüe, ya que por un lado, el alumnado puede responder rápidamente a la pregunta que le formulen, pero por otro lado, pierde fluidez respecto al idioma extranjero, al ceñirse solo a unas frases previamente memorizadas.
Considero que este método aún se utiliza hoy en día en los libros de texto, en los que aparece una conversación (comprar ropa) y el profesor se limita a evaluar el mismo diálogo, con la salvedad de que se cambien algún vocabulario, en este caso la ropa, colores o tallas de la misma. De esta manera, no se potencia al alumnado para que haga otra conversación, sino que simplemente se ciña a la del libro. No sé si opinas algo parecido con respecto al empleo que se hace hoy en día de este método.
Un saludo