Incluyo aquí abajo el texto y el Powerpoint
que usé para presentar sobre las diferencias y similitudes entre Inglaterra y
España en cuanto a sus resultados en pruebas
internacionales en lenguas extranjeras.
Hoy voy a hacer una comparación de dos países, España e Inglaterra, en cuanto a sus resultados en pruebas internacionales de lenguas extranjeras.
Al principio voy a comentar los sistemas
educativos de ambos países, enfocándome en los sistemas de enseñanza de una primera lengua extranjera en la educación primaria y
secundaria, un contexto esencial para poder entender después los resultados de tres
pruebas a nivel internacional. Al final voy a sacar unas conclusiones de estos
resultados, interpretándolos en cuanto a la legalización y contexto lingüístico
de los países.
De primero, comento brevemente el sistema
educativo en España, uno con el que ya estamos
familiarizados todos. En 1990 el Gobierno del Estado presentó la nueva Ley
Orgánica General del Sistema Educativo, la cual impuso el estudio obligatorio
de una lengua extranjera entre los 8 y 16 años. Como
sabemos, después el gobierno introdujo la Ley Orgánica para la Educación en
2006, un decreto en el cual en la educación primaria se convirtió una primera
lengua extranjera en un área del currículum que se trataba en todos los cursos,
con la misma importancia que materias como las matemáticas y lengua castellana,
y en la educación secundaria obligó el estudio de un idioma en todos los cursos
de la ESO y el bachillerato. En 2013 la Ley Orgánica para la Mejora de la
Calidad de Educación impuso tres horas semanales de la primera lengua
extranjera en todos estos cursos, y la denominó asignatura troncal en la
educación primaria.
Esta lengua extranjera es casi siempre inglés
en España, con el país llegando a un
99,1% del alumnado en la educación secundaria aprendiendo el idioma en 2015, en
comparación con un 24,1% estudiando francés y un 1,9% estudiando alemán. Estos
resultados se reflejan también en la educación primaria, donde casi un 100% de los alumnos aprende
inglés y alrededor de un 5% estudia francés.
En Inglaterra, la enseñanza de lenguas extranjeras también se ha ido desarrollando a lo largo
de los años, con los cambios recientes
más grandes en cuanto al diseño curricular teniendo lugar en
2004 y 2014. En 2004 Inglaterra rompió con la corriente europea de subir el
número de horas escolares de una lengua extranjera al quitar la asignatura de
las obligatorias durante el Key Stage 4, un grupo que incluye alumnos de entre
14 y 16 años. Este cambio redujo el número
de años de formación obligatoria en la asignatura
a sólo tres, por la falta de clases en la escuela primaria. Sin embargo, en
contraste, en 2014 el gobierno decidió que una lengua extranjera, que puede ser
moderna o clásica, debería ser una asignatura obligatoria durante la segunda
etapa de la educación primaria, con los objetivos del desarrollo de habilidades
comunicativas, si es un idioma moderno, y la preparación de la base para los
estudios en el instituto.
Tanto en primaria como en secundaria, la
lengua extranjera tradicional en Inglaterra siempre ha sido francés, algo que
se nota aún hoy en día con más de un 75% de los colegios ofreciendo el idioma
en comparación con el 22% que ofrece español. Los
institutos de educación secundaria normalmente ofrecen una gama de idiomas de
los cuales los alumnos pueden escoger, y casi el 100% provee clases de francés para
los de entre 11 y 14 años, además del 72% con clases de
español y más o menos la mitad con alemán.
Después de entender el contexto en el que
encontramos la enseñanza de lenguas extranjeras hoy
en día en España y en Inglaterra, podemos
considerar los resultados de algunas pruebas internacionales realizadas
recientemente. Comenzamos por un estudio sobre niveles de inglés como idioma
extranjero realizado por el European Network of Policy Makers for the
Evaluation of Education Systems en 2002, en el cual participaron ocho países
incluyendo España. El grupo administró pruebas idénticas
en las cuatro habilidades del idioma a alumnos terminando la ESO. Resulta
interesante que los alumnos españoles habían tenido más años de instrucción en el idioma que los otros participantes, habiendo
cursado ocho en comparación con seis en los países escandinavos y cuatro en
Francia, pero con menos horas cada año, sólo 450 en comparación con
680 en Dinamarca. A pesar de esta enseñanza más
prolongada, los alumnos españoles consiguieron resultados
consistentemente entre los peores, saliendo de penúltimo delante de Francia en
todo menos la sección de competencia lingüística, o gramática, donde salieron
delante de ambos Francia y Dinamarca.
La Comisión Europea también realizó un
estudio sobre la competencia lingüística en Europa en el año 2012 en el cual participaron 14 países incluyendo ambos España e Inglaterra, con los alumnos al final de la ESO completando pruebas
en su primera lengua extranjera. Aquí se ven bastantes diferencias entre los
resultados de los dos países, especialmente en cuanto a la cantidad de alumnos
que llegan al nivel B, o ‘usuario independiente’, del idioma, con casi tres
veces más españoles consiguiendo este estándar
que ingleses en las tres habilidades medidas. En contraste, hay muchos alumnos
ingleses que ni llegan al nivel A1, una diferencia que se nota más en los
resultados de escritura donde el 36% de los ingleses no consigue este nivel en
comparación con el 15% de los españoles. Sin embargo, los
resultados de comprensión oral son interesantes aquí porque es la única área donde
más ingleses llegan a un nivel básico o independiente, mientras más españoles se estancan en el nivel principiante.
Finalmente, aunque es importante considerar
los niveles de idiomas entre alumnos en educación secundaria, también es
interesante ver el nivel de lenguas extranjeras que tienen los adultos de un
país para pensar en el poder lingüístico que posee ahora mismo. En los años 2007 y 2015 la Unión Europea realizó un estudio en el cual
participantes con entre 25 y 64 años autoevaluaron sus habilidades
en lenguas extrajeras. Sólo existen resultados para el Reino Unido en 2007, y
en ese año el 64,9% de los británicos
sostiene tener conocimiento de una lengua extranjera, en comparación con el
35,1% sin ningún conocimiento. Los resultados para España son más completos, pero aquí lo interesante al comparar es que en
todas las categorías de conocimiento, menos la de tres lenguas extranjeras, se
va una caída pequeña entre los dos años. Estas cifras están apoyadas por el análisis de las estadísticas
por edad, donde se ve que, en contraste con otros países europeos, españoles con menos de 30 años reportan menos conocimiento
de lenguas extranjeras que los con más de 30 años.
En definitiva, al analizar los datos de tres
pruebas internacionales realizadas durante los últimos quince años la conclusión que se puede sacar es que hay múltiples factores que causan
el éxito o el fracaso de la enseñanza de lenguas extranjeras. En
España prolongar los años de
formación en idiomas parece haber tenido poco efecto en el ranking del país en
comparación con sus vecinos europeos, mientras en Inglaterra la legislación que
a lo largo de los años ha disminuido la importancia de
los idiomas en la educación secundaria ha dejado un sistema donde la mayoría de
los alumnos al final de la ESO no tiene ningún conocimiento funcional de una
lengua extranjera. Pero dos factores que tienen ambos países en común son poco conocimiento a nivel internacional e idiomas oficiales que
son entre los tres más estudiados en Europa, con sólo el francés apareciendo
entre los dos. Podría ser que aunque la metodología empleada y el diseño curricular son significativos, el factor más importante en cuanto a
llegar a un nivel alto de un idioma es la motivación. Los ingleses, y en menor
medida los españoles, no tienen esta motivación
intrínseca al estar rodeados por su lengua materna, una situación que seguirá
impidiendo el aprendizaje de idiomas en los países mientras otros países
aumentan su nivel lingüístico y las clases de idiomas no generan esta
motivación.
¡Hola, Emma! Creo que esta publicación resulta muy interesante, ya que desconocía muchos aspectos de los que has explicado tanto en el blog como en tu presentación en clase. Considero que podríamos aprender mucho de estas pruebas, ya que nos presentan el resultado más o menos exitoso de los diferentes métodos de enseñanza de una lengua extranjera.
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