Dedicamos nuestra última sesión en el aula con
Ana y Luz a debates sobre unos temas muy importantes en cuanto a la didáctica
de lenguas extranjeras pero que no nos había dado tiempo tratar antes en la
asignatura. Fue una clase muy interesante que permitió a todos expresar sus
opiniones y escuchar los puntos de vista de otros, viendo cómo podemos aprender
de nuestras diferencias y de las experiencias distintas que hemos vivido.
La primera conversación que tuvimos trató las
características que creemos que debe tener un profesor bueno, con muchas ideas
distintas saliendo a partir de nuestras propias experiencias con los profesores
que nos habían ayudado o motivado en el pasado. Yo estuve de acuerdo con todas
las ideas – desde tener empatía y un sentido de humor hasta saber comunicarse y
querer formarse continuamente – pero creo que lo que más me gustó era ver el
video con las entrevistas con los alumnos. A mí me encantaba ver que nos
coincidimos con ellos en nuestras opiniones y que no buscan a un profesor quien
es su amigo o quien hace un juego de todo, sino que valoran a alguien justo y
quien los respeta. Para mí su punto de vista es el más importante porque son
ellos que tienen que querer aprender y que tienen que pasar tantas horas del
día con nosotros, y me gusta ver que la motivación tiene sus raíces en elogiar
lo bueno que hacen los alumnos pero también en no permitir que el
comportamiento de una persona reste de la experiencia de los otros.
El segundo debate del día se centró en el uso
de la lengua materna en el aula, un tema muy polémico hoy en día y
probablemente el que creó más discusión durante la sesión. Yo normalmente
intento usar muy poco castellano en el aula e intento impartir todos los
contenidos de gramática y vocabulario en inglés, sin embargo, creo que hay
situaciones donde volver a la L1 puede ayudar a los alumnos. Por ejemplo, a
veces uso ejemplos en castellano para asistir el entendimiento al mostrar las
similitudes entre los dos idiomas, aunque entiendo que hay que tener mucho
cuidado si no es una comparación exacta. Otro uso importante que veo yo es para
la disciplina. Ocurrencias puntuales de comportamiento difícil, como un niño hablando fuera de turno, resolvería en ingles, pero para problemas
más recurrentes en mi opinión usar la L1 puede ayudar a asegurarse de que no
haya ningún malentendido. Si un niño olvida los deberes a menudo
quiero que sepa las consecuencias de seguir así, y creo que en ese caso es más
beneficioso para su aprendizaje solucionar por una vez el problema de los
deberes que tener una conversación corta en inglés que le deja con dudas o que
le da el recurso después que sostener que no entendiera algo. Sin embargo, a pesar de afirmar que usar casi
siempre la L2 en el aula es muy importante, el debate me hizo pensar en la
diferencia que hay según el contexto. Ahora veo que es distinto dar clase en un
instituto que en la Escuela de Idiomas donde las clases no son obligatorias y a
veces hay gente muy mayor con muy poca exposición a la lengua extranjera de
antes y con poca confianza, significando que a lo mejor la estrategia mejor
sería ir incrementando su uso a lo largo del curso, en vez de empezar el primer
día sólo en la L2 y arriesgar que deje la clase con miedo y la autoestima muy
baja.
El tercer tema trató el uso de tecnología en
el aula, otro debate muy polémico sobre si estos inventos modernos ayudan o
dificultan el proceso de enseñanza-aprendizaje. Personalmente,
yo creo en todo en moderación y estoy muy de acuerdo con utilizar la tecnología
en situaciones controladas donde ofrece posibilidades que una pizarra, una
libreta y un lápiz no pueden y donde les da la oportunidad de aprender a usarla
con responsabilidad en un contexto seguro. Por ejemplo, sirve para que los
alumnos puedan grabarse y escucharse para mejorar su pronunciación o entonación,
acceder videos que ofrecen una gama amplia de acentos y dialectos distintos o
compartir información con más facilidad durante un proyecto grupal. Sin
embargo, el profesor siempre debe guiar su uso según la edad, el nivel de
madurez y los intereses de los alumnos que tiene delante, porque aquí utilizar
el mismo enfoque para todos nunca va a funcionar. Encontrar el equilibrio es
también muy importante porque, aunque fuera del instituto nuestros alumnos
utilizan cada vez más tecnología, es imprescindible que no pierdan las
habilidades asociadas con escribir a mano. La letra y la ortografía hay que
practicar para mejorar, o incluso para mantener el nivel del colegio, y no es
impensable que en el futuro la tecnología evolucione a ser escribir en una
pantalla. Pero lo que más me destacó durante este debate era algo en el que yo
no había pensado mucho antes: en realidad, el contexto manda. Las decisiones
sobre la cantidad y el tipo de tecnología que usamos en el aula va a hacer el
instituto donde trabajamos, además del contexto social de nuestros alumnos y
los recursos que tienen en casa. Podemos tener opiniones muy fuertes sobre su
uso, pero al final siempre tendremos que adaptarnos a la realidad de la
situación.
El último debate fue más corto y se enfocó en
los deberes. Otra vez el punto principal parecía ser la necesidad de ser
flexible y adaptarte al grupo que tienes delante, teniendo en cuenta su edad y
los trabajos y los exámenes que tienen en otras asignaturas, además de las
características de la clase como comentamos antes sobre los del PMAR. Pero para
mí la idea más interesante era la de diversificar los deberes. Nunca había
considerado antes que alumnos diferentes pueden hacer deberes distintos, menos
lo muy sencillo de dejarles escoger sobre quién o qué van a escribir, y me
gusta la idea de permitirles elegir entre tres o cuatro tareas distintas porque
les motiva trabajar en algo de su interés y sentirse un grado de control sobre
su proceso de aprendizaje. También, podría ser que nos sorprendan al escoger
una tarea que habríamos clasificado como más difícil y hacerla muy bien.
En conclusión, la sesión de debates fue una
manera muy interesante de terminar las sesiones en el aula, y ¡ahora lo único
que queda es poner todas estas teorías en práctica en el aula durante las
prácticas!
Muy de acuerdo en todo lo que comentas en esta entrada. En cuanto el uso de la LO, también se me ocurrió en clases que para llamar la atención a los alumnos por tema serios se debería usar el castellano para que el mensaje quede claro para todos y que no lleve a malentendidos y además muy buen apunte el que haces con referencia a la gente de más edad que nunca ha estado expuesta a la LE (empezar hablando solo en inglés y que no entiendan nada puede llevarles a la frustración, al desánimo y a la desmotivación para que al final se acaben desapuntando). En cuanto el uso de las tecnologías, completamente de acuerdo también, en el medio está la virtud y siempre con un control exhaustivo, pero por otro lado ¿no consideras que los niños de hoy en día está sobreexpuestos a las nuevas tecnologías y que por lo tanto lo que a nosotros como adultos nos parezca moderno e innovador resulte para ellos de lo más corriente y habitual? Y finalmente,yo tampoco había pensado nunca en la idea de diversificar los deberes y dar más (optativos) a aquellos alumnos que sientan la necesidad porque consideran que deberían mejorar.
ResponderEliminarIgual que se fomenta su sentido de la responsabilidad dejándoles decidir si también leen o sólo escuchan durante una actividad de clase, también se les fomenta si se les deja decidir qué cantidad y cuales deberes deberían hacer de entre un abanico que se les de.
ResponderEliminarMe alegra que las sesiones te hayan parecido interesantes. Suerte en tus prácticas!
Thank you for your participation in the classes, your point of view as a native and your experience as a teacher has added diversity to the debates.
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