En el tema 7 hablamos de los sistemas
educativos que existen en otros países y cómo estos sistemas han podido
conseguir éxito, en particular en cuanto a la enseñanza de
lenguas extranjeras. A través de presentaciones por otros alumnos, examinamos
Estonia, Canadá, Corea del Sur y Finlandia como ejemplos exitosos, y además
presenté yo sobre las diferencias que hay entre España e
Inglaterra para demostrar la variedad de factores que pueden causar que un
sistema no tenga tanto éxito. Son estas diferencias que a mí me interesan más,
porque el hecho de que existen muchos modelos distintos de tanto éxito como fracaso
implica que hay más de una manera de conseguir buenos resultados a nivel
internacional.
Una de las diferencias que más se destacó
para mí era lo de los sueldos de los profesores en países distintos, siendo muy
altos en Canadá, Corea del Sur y Finlandia pero más cerca del medio nacional en
Estonia. El sueldo es un tema interesante porque puede mostrar la actitud de un
país hacia el trabajo del profesor, con más dinero mostrando que la profesión
se respeta y que es más deseable, permitiendo al país tener un proceso más
estricto de selección también. Esto puede significar que hay profesores de alta
calidad en las aulas y que los padres y los alumnos los respetan, causando así
menos problemas de disciplina o de altercaciones entre las familias y los
docentes. Sin embargo, aquí en España por ejemplo, hay un proceso
muy exigente para llegar a ser profesor en un instituto público, con mucha
gente estudiando años para aprobar las oposiciones
y conseguir un trabajo garantizado para toda la vida y un sueldo más alto que
el medio. Pero aquí este proceso difícil no se traduce en buena posición en los
rankings internacionales, algo que quizás se explica al analizar el estilo y la
frecuencia de la evaluación. Las oposiciones sólo comprueban el conocimiento
teórico del profesorado sin evaluar su capacidad de poner esta teoría en
práctica, implicando que quizás los que superan el proceso no son de verdad los
mejores docentes, y la evaluación no sigue después, significando que los
profesores que no consiguen resultados en el aula siguen en el trabajo hasta
que se jubilen. Me parece que un proceso de selección muy exigente es
imprescindible para conseguir éxito educativo, además de una compensación buena
por el trabajo realizado, para que sólo los mejores graduados entren la profesión,
pero esta selección debe escoger estos graduados a base de sus talentos para
dar una clase y no puede parar después de una primera evaluación.
En el tema 8 el enfoque era las distintas
metodologías que se pueden emplear en el aula de lenguas extranjeras, una
temática que se relaciona con lo que vimos antes sobre los sistemas educativos
exitosos al analizar los métodos distintos usados en estos países. En
Finlandia, por ejemplo, el trabajo por proyectos domina la enseñanza, con mucha colaboración entre asignaturas distintas y profesores
que desempeñan el papel de orientador o
facilitador. En contraste, en Corea del Sur el profesor es una figura de
autoridad quien no anima al alumnado a pensar para sí mismos, sino a reproducir
perfectamente métodos y resultados que han memorizado antes de una manera que
imita metodologías más ‘tradicionales’ como la audiolingüe y la gramática y la traducción. Desde mi punto de vista, en el
sistema ideal ninguna de estas metodologías imperaría, y existiría un equilibrio
que destacaría las partes más importantes de cada una. Para mí la metodología
del trabajo por proyectos y la metodología comunicativa son muy importantes a
nivel de motivar al alumnado a través del trabajo grupal, tareas que se
relacionan con su vida diaria y actividades que tienen un impacto significativo
inmediato, además de ayudarlo a crear enlaces entre áreas distintas de
conocimiento. Sin embargo, un sistema que solamente depende de estas metodologías
nunca va a conseguir niveles altos de precisión, dado que hay elementos de
idiomas que no se pueden aprender a través de la deducción, como los verbos
irregulares. Estos elementos requieren el uso de metodologías como el audiolingüe al emplear técnicas como ‘drilling’, y sin aprenderlos el alumnado
nunca podrá comunicarse a un nivel muy alto en un mundo que a menudo juzga a
habladores por sus fallos gramáticos y léxicos.
En conclusión, en mi opinión lo más
importante que aprendí de los temas 7 y 8 es que no hay un modelo único de
éxito, y que sistemas que a la primera vista parecen muy distintos o muy
parecidos pueden en realidad conseguir resultados inesperados. Es imprescindible
así no confiar en sólo una metodología o un modelo de la educación, con lo
ideal siendo combinar los elementos mejores de todos según el contexto
cultural, las necesidades del alumnado y la temática específica.
¡Hola, Emma!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que el sueldo es uno de los factores clave que influyen en el prestigio de la profesión de docente. Lamentablemente, en España siempre se ha visto el trabajo de profesor como una salida fácil para ganarse la vida con un sueldo medianamente bueno y con muchas vacaciones. No puedo defenderme mucho porque, hasta hace unos años, yo también pensaba lo mismo.
Me parece que, en vez de compararnos tanto con el resto de países (algo dicen por ahí de que las comparaciones nunca son buenas), deberíamos empezar por analizar bien la reputación que tiene en España el trabajo de docente y empezar a mejorar desde ahí.
Está bien ver cómo funcionan otros sistemas educativos y coger alguna que otra idea y hacerla nuestra. Pero, hasta que no cambiemos la mentalidad existente y, como bien dices, introduzcamos un proceso de selección estricto, por muchos objetivos idealistas que nos planteemos, no vamos a llegar a ninguna parte. Esperemos que algún día se reconozca nuestro trabajo y la complejidad que conlleva. A fin de cuentas, formaremos a los niños y niñas que se convertirán en el futuro de nuestro país. Creo que eso conlleva bastante responsabilidad.
Un saludo.
Hola,
ResponderEliminarAunque estoy de acuerdo en que el sueldo puede determinar en cierta medida el prestigio de una profesión, no creo que simplemente por subir el sueldo de los profesores mejorásemos la concepción de los docentes en España.
Coincido con Olalla en que España siempre se ha visto el trabajo de profesor como una salida fácil para ganarse la vida con un sueldo medianamente bueno y con muchas vacaciones, y creo que este es el principal motivo que afecta al prestigio de los profesores.
Con un sueldo por encima de la media y unas vacaciones más largas que las de cualquier otra profesión, existe la concepción de que los docentes son unos vividores, y haberlos, hailos, ya que hay quienes aprueban la oposición y ¡a vivir!
Creo que sería muy interesante que parte de estas largas vacaciones se invirtiesen en formar, actualizar y reciclar al profesorado, ya que, en mi opinión, haber superado una prueba de oposición no te habilita para ser docente por los siglos de los siglos.
Para ser un buen profesional, sea en el ámbito que sea, es muy importante estar al tanto de las novedades y evolucionar con las nuevas tendencias y estudios para no quedarse obsoleto. Desde mi punto de vista, la función pública en España no exige a sus trabajadores que completen planes de actualización y creo que sería una inversión muy interesante tanto para el Estado como para sus trabajadores, ya que esta formación permanente redundaría en mejores resultados en los informes internacionales y ayudaría a mejorar el prestigio de la profesión docente.
Estoy completamente de acuerdo. Creo que es necesario un cambio de mentalidad por parte de todos. Especialmente en secundaria hemos de admitir que la mayor parte de los profesores no son vocacionales, sino profesionales de otra especialidad que han buscado una salida laboral. Creo que algunos han encontrado la vocación por el camino, pero probablemente no la mayoría. Educar no es fácil y es necesario reciclarse constantemente. Es una profesión exigente y apasionante. Tal vez, una de las razones del desprestigio de la profesión es que ha sido considerada una salida relativamente fácil. No tanto llegar a ser funcionario, como especifica Emma, pero si no hay mecanismos de control y formación continua después de haber logrado la plaza, es muy fácil que la ilusión inicial se desinfle. Si además le añadimos la falta de unidad entre los propios profesores y la excesiva burocracia el resultado es el que la mayoría conocemos, profesores desencantados y desmotivados. Esperemos que la tendencia en el futuro sea para mejor.
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