Los adolescentes son personas que sólo
quieren estar reconocidas como los individuos que son. ¡No deben darnos miedo!
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Nuestra segunda sesión con Ana fue tan útil como
la primera y otra vez salimos con muchas actividades nuevas para probar en el
aula, la mayoría relacionada con el desarrollo de la comprensión escrita. Sin
embargo, casi lo más interesante que hicimos era olvidarnos de la temática específica
un rato para hablar de unos problemas que de verdad nos preocupan como futuros
docentes.
Una de estas conversaciones trató el
comportamiento de los alumnos en el aula, algo de nos preocupaba al ver tantas
noticias que critican a los adolescentes hoy en día y que los acusan de tener
una falta de respeto. Sin embargo, como Ana nos acordó, son las noticias y
eventos sólo salen allí si destacan de lo normal. Los adolescentes son personas
como todos, tienen sus diferencias de conducta y de motivación pero sobre todo
lo que quiere la mayoría es que los profesores reconozcan esta individualidad
en vez de tener miedo de que permitir un poco de creatividad o disconformidad
en el aula va a desatar el caos. Si reconocemos sus intereses y lo que los
motiva, tratándolos como los individuos que son, van a querer participar y
estar reconocidos por lo bueno que han hecho en el aula. Está claro que a veces
habrá casos extremos del tipo que salen en las noticias o casi, pero no es lo
habitual y no será la responsabilidad de nosotros solos resolver situaciones
así. De mi propia experiencia estoy de acuerdo, e incluso niños que al principio me causaron problemas ahora participan con
entusiasmo después de la participación de los padres y la selección de
actividades motivadoras que les interesan y donde ellos saben que podrán tener
éxito. Por ejemplo, este curso tengo a un alumno con TDH en un grupo encima de
su nivel quien se desmotivó al principio al ver la facilidad con la que los
otros realizaron las actividades y reaccionó negando hablar inglés y distrayendo
a los otros al gritar y bromear constantemente. La dueña de la academia habló con sus padres sobre las expectativas de
comportamiento en el aula para presentar un frente unido, y yo cambié las
actividades. Hicimos más juegos que usan el inglés pero donde el ganador no es
el que habla mejor, como un concurso sobre la geografía para repasar los países
y el superlativo u otro en el que tuvieron que desempeñar el papel de un famoso de su elección y convencerme de por qué yo no
debería tirarlos de un globo aerostático con una perforación. Este alumno ganó
los dos, algo que yo destacé en el momento con mucho elogio, y noté la
diferencia en seguida: ahora participa, toma apuntes y, aunque su trabajo no
alcanza el nivel lingüístico de los demás, es obvio que hace más esfuerzo que todo el resto de la clase y que
tiene mucha más autoestima.
En cuanto a las actividades específicas que vimos
durante la sesión, a mí me interesaban mucho las que trataban todas las maneras
distintas de utilizar una canción en el aula. Canciones son un recurso muy
flexible con sus letras abordando todos los temas de los que nos podemos
imaginar, y la música motiva al alumnado al ser algo que les interesa mucho de
su vida diaria. Sin embargo, yo antes no conocía muchas formas de aprovechar un
recurso tan útil, menos lo tradicional de rellenar los huecos. Me gustaban
todas las actividades sugeridas para realizar antes de escuchar la canción por
la primera vez, especialmente las que implicaban adivinar de qué iba a partir
del título porque permite una creatividad de interpretación del alumnado. Tengo
interés también en la idea de incluir una mezcla de actividades distintas
durante la misma canción, por ejemplo ordenar los versos o corregir la
ortografía, porque los alumnos prestarían así más atención al no repetir el
mismo ejercicio ad infinítum y también tendrán la oportunidad de practicar y
mostrar más destrezas distinta a la vez.
Pensando específicamente en las actividades
de la comprensión escrita, una actividad que quiero probar la semana que viene
en mis propias clases es la del texto que incluye las palabras inventadas en
inglés. Mis alumnos siempre se preocupan mucho al no entender una palabra en un
texto, especialmente en un examen, y muchas veces se bloquean y al creer que no
son capaces de realizar un ejercicio terminan incapaces de realizarlo en
realidad. Es algo que noté especialmente el viernes cuando practicamos un audio
del Cambridge PET y se pusieron en pánico al no entender el sentido entero de
cada sección, aunque al corregir los exámenes después vi que habían acertado
bastante respuestas. Ya se calmaron un poco en el aula cuando, según los
consejos de Ana el jueves, les expliqué que nadie va a comprobar nunca cuál
porcentaje del texto han entendido, sólo las respuestas que escogen. Sin
embargo, para reforzar el mensaje quiero intentar la actividad con el texto la
semana que viene porque muestra perfectamente que saben encontrar la
información importante entre todo lo irrelevante, algo que hacen muy a menudo
en su lengua materna pero que les provoca más inseguridad en un idioma donde ya
tienen dudas y no tienen confianza en sí mismos.
Finalmente, durante la sesión hablamos
también de la estructura de una clase y Ana mencionó la preparación que debe
haber antes de realizar un debate en el aula. El uso de debates para aprender
lenguas extranjeras es algo que a mí me interesa mucho porque durante la
carrera di clases de debate a toxicómanos y alcohólicos que estaban recuperando
con la ayuda de una ONG. Muchas de las actividades que realizamos en las clases
se centraron en el lenguaje corporal y la autoestima, por ejemplo ‘ma ma moo’
donde tuvieron que actuar una situación diaria pero sólo diciendo ‘ma ma moo’
en vez de palabras reales, entonces serían más relevantes a una sesión de
tutoría, sin embargo, realizamos otras que tendrían una utilidad lingüística. En mis clases de inglés, me gusta usar ‘I couldn’t disagree
more’ para trabajar el vocabulario de estar en desacuerdo con alguien, con los
alumnos turnándose para responder en desacuerdo a la persona anterior a partir
de una declaración que comienza la actividad. Lo bueno de esta actividad es que
aborda lo que comentó Ana cuando dijo que los alumnos deberían discutir un
punto de vista que no es el suyo, animándolos a considerar las opiniones de
otros y de pensar rápidamente dado que si la orden es aleatoria no sabrán hasta
el último momento cuál lado de la discusión les toca.
En conclusión, aprendí mucho de la clase el
jueves, especialmente en cuanto a la cantidad de actividades distintas e
innovadoras que se puede sacar del mismo recurso y en cuanto a cómo poder
animar a mis futuros alumnos a querer participar y a tener la confianza en sí
mismos para tener éxito en el aula.
Me alegra enormemente que consideres que la sesión te ha resultado de provecho. Efectivamente, por tus comentarios, veo que has interiorizado y reflexionado sobre lo dicho y lo que es más importante, lo has llevado ya a tus aulas para experimentar y ver que puedes sacar de todo ello en favor de tus alumnos. Enhorabuena!
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