La segunda sesión que tuvimos la semana
pasado estuvo dividida en dos partes, la primera de las cuales se centró en la
metodología Aprendizaje Integrado de
Contenidos y Lenguas Extranjeras (AICLE) y el papel de los auxiliares de conversación en los centros
docentes y la segunda de las cuales se enfocó en los grupos PMAR y la hora de tutoría.
La metodología AICLE consiste en aprender la lengua
extranjera a través de aprender otros contenidos mediante la L2, algo que en
práctica normalmente implica la creación de un departamento bilingüe en un
centro docente que da el contenido del currículum
de otras asignaturas en la L2. Como destacan los apuntes de la sesión, una
actividad que sostiene utilizar la metodología AICLE debe contener las cuatro ‘C’
del currículum - contenidos, comunicación, cognición y cultura – para que los
alumnos tengan la oportunidad de progresar su conocimiento de tanto la L2 como
el contenido concreto, además de desarrollar otras habilidades imprescindibles
como el pensamiento creativo. En teoría a mí me gusta mucho la metodología
AICLE porque me parece el ejemplo ideal del enfoque comunicativo, animando a
los alumnos a emplear el idioma de una manera mucho más real para obtener
información que tendrá otro uso fuera del aula de lenguas extranjeras. También,
aumenta la exposición de los alumnos al idioma nuevo, algo que sirve para
incrementar su vocabulario y su conocimiento práctico de la gramática. Sin
embargo, habiendo trabajado en departamentos bilingües, he
visto que muchas veces la teoría tiene poco que ver con la práctica en el
sistema educativo español, normalmente al proveer muy
poca formación a los profesores que hacen el esfuerzo de dar su asignatura en
una lengua extranjera. Si no reciben la formación, y también el tiempo durante
sus horas laborales para realizarla, no tendrán el nivel lingüístico adecuado para enseñar de una manera natural y cómoda,
sin muchos errores graves que o los alumnos imitan o entienden como errores,
minando el respeto que tienen para el profesor. Para mí aquí está el problema
más grande con el sistema y creo que, aunque es algo muy beneficioso para todos
si se hace bien, antes de ampliar el programa la Xunta debería enfocarse en
invertir en los centros bilingües que ya existen, mejorando sus
programas con mucho más apoyo para los profesores.
Tengo una opinión muy parecida en cuanto a
los auxiliares de conversación, un recurso aportado a los centros bilingües para que los alumnos tengan la oportunidad de comunicarse con un
hablante nativo, aprender algo de su cultura y apreciar la necesidad real de
aprender una lengua extranjera. A mí me parece muy importante combinar el
aprendizaje lingüístico con conocimiento de la
cultura y la contextualización del idioma, y se nota que la motivación de los
alumnos aumenta al querer comunicarse con alguien nuevo e interesante y sólo
poder hacerlo en otra lengua. Sin embargo, éste es otro programa que la Xunta
quiere ampliar, con la intención de doblar el número de plazas de alrededor de
500 a 1000 para el año 2020, sin mejorar el programa
que ya hay antes. Habiendo trabajado tres cursos de auxiliar, un periodo
durante el cual también conocí a docenas de otros auxiliares trabajando en
muchos centros, he visto que hay mucha diferencia de papel según dónde
trabajas. En algunos centros docentes, como el donde estuve yo durante mis
últimos dos cursos de auxiliar, el programa funciona muy bien y los profesores
entienden muy bien las regulaciones, apoyando al auxiliar en el trabajo y
dejándole compartir su cultura y desempeñar un
papel activo en el aula, sin tener la responsabilidad de un profesor con
formación. Sin embargo, hay otros centros donde el tratamiento del auxiliar
está en uno de los extremos: o no hace nada en el aula o tiene la
responsabilidad de planear y dar todas las sesiones solo. Ninguna de estas
situaciones está bien ni para el auxiliar ni para los alumnos, y a mí me parece que todo viene de una falta
de formación. Debe haber un programa para profesores que explica cómo mejor usar
el auxiliar en el aula para que todos aprovechen de la experiencia, y también
los auxiliares deben recibir una formación básica para que puedan realizar su
trabajo con éxito y contribuir ideas nuevas a la hora de planear.
A mí me interesó mucho la parte de la sesión
donde nos enfocamos en cómo trabajar con los grupos PMAR porque la experiencia
que tengo de la academia y de las clases particulares se centra principalmente
en trabajar con grupos pequeños con niveles altos para su
edad. Me gustaba aprender cómo utilizar las mismas actividades con grupos de
distintos niveles, sólo al cambiar la cantidad de trabajo hecho antes, y lo
importante que es centrarse en la comunicación oral y la adquisición de
vocabulario. Sin embargo, fuera de los contenidos académicos y las actividades,
me encantaba ver cómo cambiar cómo tú te comportas como profesor con estos
grupos al imponer una estructura, ser muy estricto sobre la cosas que sabes que
saben hacer bien y proveer gratificación instantánea. Con estos grupos muchas
veces la barrera más importante que tienen es la autoestima, después de años teniendo problemas en clase y viendo a sus compañeros aprender con menos dificultad, y tienen que superarla antes de
poder mejorar en la lengua extranjera. Me gustaban mucho las ideas para estos
grupos para usar en una clase que tengo en la academia donde hay un niño con bastante menos nivel que los otros, algo que sabe y que a veces lo
causa a reaccionar al hacer ruidos y hablar fuera de turno para llamar la
atención de todos. Para ayudar la situación cambié el tipo de actividades que
usé en el aula y empecé a utilizar juegos que usan el inglés pero que no
dependen del nivel de inglés para ganar. Él ganó unos juegos durante la primera
sesión de este estilo y su comportamiento cambió radicalmente, y creo que sería
muy interesante emplear unas de las actividades para PMAR para intentar
mantener el cambio.
También fue muy interesante aprender sobre la
hora de tutoría porque yo antes siempre la había considerado muy separada de
las clases de inglés. Me gustaba ver cómo las dos cosas pueden complementarse,
integrando actividades de las clases de inglés o creando nuevos recursos de
inglés a partir de documentos utilizados en tutoría, pero también cómo es
importante separarlas a veces, llegando a un acuerdo con los alumnos sobre el
uso de la lengua extranjera en tutoría y permitiendo otros idiomas para que todos
tengan la oportunidad de expresarse. Además, creo que es imprescindible pensar
en cómo crear un ambiente acogedor en la hora de tutoría y me llamaban mucho la
atención las actividades sugeridas para animar una buena relación grupal y para
escoger a un delegado después de pensar en las características importantes,
algo que podría ayudar a un alumno con poca confianza y autoestima si viera que
sus compañeros reconocieran lo bueno de su
personalidad.
En conclusión, las dos partes de la sesión
fueron muy importantes a un nivel práctico y todos salimos con muchas ideas
nuevas para actividades y metodologías para ayudar a todos nuestros alumnos
futuros a querer aprender una lengua extranjera.
Haces unas estupendas reflexiones sobre las sesiones. Es una pena tu mala experiencia con secciones bilingües porque, como ya compartiste durante la sesión, te ha creado una negatividad hacia ellas que no puedes evitar. Ojalá vuelvas a tener la oportunidad de participar en una y tengas la suerte de encontrarte con magníficos profesionales que te hagan volver a creer en su buen funcionamiento con muchos alumnos, porque te aseguro que tienen mucho de positivo.
ResponderEliminarThanks again for sharing your experience. I'm happy to see that you have been able to put into practice some of the ideas we have given you.
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